Princesa Encantadora (Novela) Capitulo 71

C71

—¿Qué estás haciendo con la cara metida en un libro?

—¡Ah! ¡Eso me sorprendió!

¡Ack! ¡Pensé que se me iba a salir el corazón! 

Me sorprendió escuchar una voz sobre mi cabeza cuando me estaba relajando en la mesa. Lucas se rió al verme tan triste cuando me levanté para mirarlo apoyado en la misma mesa.

—Vine aquí porque estaba aburrido, pero tú también pareces estarlo.

Sentía como si se estuviera burlando de mí debido al tono que utilizaba para hablarme.

—No. Estoy realmente ocupada, muchas gracias.

—Tú misma dijiste que no ibas a ser la reina o lo que sea, pero todo lo que haces es estudiar, estudiar y estudiar. ¿No estás harta de eso?

E-Eso es cierto, pero… sinceramente, solo estaba pensando en cómo estudiar no era divertido.

—Hablando de ti, ¿puedes estar relajándote cuando últimamente pareces estar ocupado en la torre?

—Ah, cierto. Dile a tu padre que les baje el sueldo. Ni siquiera pueden utilizar bien la magia, todo lo que hacen es investigar. —Chasqueó la lengua, irritado.

Aun así, la única persona en todo el mundo que despreciaba a los magos imperiales eres tú. He oído que los magos en Obelia tienen un rango alto y son poderosos sobre cualquier hechicero en el mundo.

Además, probablemente había una razón para que llamaran a su torre como “La torre negra”. No podrías llamar algo de esa forma con ese orgullo. A pesar de que su lógica y gustos en nombres fueran malos.

—Siempre me ordenan que vaya, por lo que incluso estoy atrapado en esa asquerosa torre.

Sin embargo, podía entender por qué Lucas se estaba quejando ahora mismo. En realidad…

—Hace buen tiempo para salir a jugar. —murmuré, mirando por la ventana. El cielo estaba despejado y claro. En verdad hacía tan buen tiempo como para hacerte sentir apenado si te quedabas dentro.

Pasé las páginas del libro en la estantería, con la cabeza apoyada en la mesa. Mi cabello se mecía suavemente con el viento que entraba por la ventana levemente abierta.

—Pero, bueno, de todos modos no hay mucho que hacer afuera. Los terrenos del palacio siempre están restringidos con actividades.

Y ese hecho me dolió más de lo habitual.

—¿Estás harta del palacio?

N-No tenías que decirlo. Pero ¿qué quieres decir con “harta”? 

—Bueno, es comprensible. Sólo hay que pensar en cuántos años has estado aquí.

No, quiero decir, no hay otro lugar como este donde puedas vivir una vida sin pagar dinero. Solo estoy un poco aburrida de vivir lo mismo cada día. 

—Esa es solo la queja de un adulto mimado. Solo es una sensación de querer comer panceta de cerdo después de probar solomillo de calidad.

—¿Qué quieres decir?

Lucas no parecía entender lo que estaba diciendo. Era obvio porque los términos “solomillo de calidad” y “panceta de cerdo” no existían aquí. No obstante, pareció entender que lo estaba tratando como un niño porque frunció el ceño.

—De todos modos, estás diciendo que no quieres estar encerrada aquí, ¿me equivoco? —dijo, mientras se inclinaba en el escritorio, igual de aburrido que yo. —¿Por qué actúas tan triste? Sólo sal si quieres.

¡Lo estaba diciendo como si fuera lo más fácil de hacer!

—¡Pero papá no lo permitirá!

¡La única respuesta que consigo de él es “¡No!”! ¿Qué se supone que haga? 

—Siempre puedes escabullirte cuando no lo apruebe.

Me quedé estupefacta ante su conclusión.

—¿Escabullirme? ¿Cómo? ¿Sabes dónde está el agujero del perro?

—¿Agujero del perro? Solo un mendigo diría algo como agujero del perro.

Lucas me miró con ojos compasivos mientras chasqueaba la lengua. ¡E-Este ba*****o…! ¿Qué pasa con esa mirada indignada? ¡Me gustaría, con mis propios dedos, golpearle esos ojos…! 

—Te lo dije antes. A veces me subestimas.

En el momento en que levanté mi cuerpo debido al enfado que sentía, Lucas chasqueó los dedos y el mundo que no conocía hasta ahora apareció frente a mis ojos.

Pude escuchar a mi alrededor el bullicio de las calles.

—¡Oye, ten más cuidado con ese objeto!

—¡Bienvenido, cliente! ¡Este tiene un sabor inimaginable que cuando coma, ni siquiera se dará cuenta de que está muerto!

—¡Somos la hermosa maga y su sirviente quienes te fascinarán y cautivarán esta noche! Tu amor e interés son apreciados.

—¡Ehh, es demasiado caro! ¿No puedes bajarle el precio? Incluso hay una grieta aquí.

—¡Compren calabaza! ¡Calabaza! ¡Solo a la venta hoy!

Una multitud. Ruido. Charla.

Puedo escuchar todo tipo de sonidos estridentes. Pude ver a la gente abarrotada en la calle.

El lugar donde estaba ahora mismo era un callejón. Sucedió tan repentinamente que me quedé en blanco.

Estaba atónita por el repentino paisaje y las voces de la gente. Nadie nos miró ni a Lucas ni a mí, que estábamos escondidos en el callejón.

Mientras estaba en ese estado de shock, él me miró y comentó:

—Ahora que te veo, tus ropas son extrañas.

Con un simple chasquido de dedos, mi ropa comenzó a cambiar a una más adecuada. El vestido caro y elegante comenzó a cubrirse con algunas burbujas blancas. No, en realidad parecía un tipo de luz blanca cuando miré de cerca.

En cualquier caso, fue genial ver la transformación de mi ropa bajo las luces.

—Eso está mejor.

Poco después, en lugar del elegante vestido amarillo con lazos que llevaba hace un momento, tenía puesto un vestido azul claro. El atuendo de Lucas también cambió de la ropa del mago real a algo más casual.

¡Qué increíble que seas como el hada madrina de Cenicienta! ¡A pesar de que me cambió a algo más simple que bonito, era genial!

—¡Lucas! —Le grité al darme cuenta—. ¿Por qué no me dijiste hasta ahora que podía abandonar los terrenos del palacio de esta forma?

¡Sabías lo triste y deprimida que estaba cada vez que no me permitían salir y, sin embargo, ni siquiera me hablaste de esto! 

Pero me quedé sin palabras ante sus siguientes palabras.

—¿Qué quieres decir? Sabes que puedo teletransportarme. ¿Cómo crees que llegaste a la mansión del Perro Blanco antes?

—E-Eso…

C-Cielos. Lucas tenía razón.

Me teletransporté ahí. ¿Por qué no pensé en esto? ¡Hubiera sido tan simple y fácil pedírselo! 

—Fue bastante divertido…

Debe haber sabido que estaba sin palabras en este momento porque esbozó una sonrisa burlona.

—Verte malhumorada todo este tiempo después de pedirle permiso a tu papá cuando tenías esta forma tan fácil y segura a tu disposición. No te diste cuenta del huevo del ganso dorado frente a tus ojos. Nuestra princesa es muy divertida, ¿verdad?

¡Eek! ¡Sé que estaba siendo estúpida, pero eres molesto! ¡Muy molesto! ¡Eso significa que solo observaste porque era divertido verme enfadada todo este tiempo! 

—¿Sabes que eres un bastardo?

—Sip. Y también sé que eres idiota.

¡Ack! ¡No dejará de burlarse de mí, ni dejará escapar una sola palabra! ¡Este bastardo se volvió atrevido! 

Lucas solo sonrió mientras lo maldecía mentalmente.

Era una sonrisa realmente desagradable la cual me hacía querer tirarle de su cabello negro, pero no pude gritarle más debido a la fuerza que tiró de mi mano.

—Date prisa. No tenemos mucho tiempo.

Di un paso adelante cuando tiró ligeramente de mí. Cuando hice eso escuché más alto y claro a la gente charlar.

—Vámonos.

Cuando salió del callejón la brillante luz del sol bañó a Lucas con su mano sujetando la mía.

♦ ♦ ♦

—Oye, deja de deambular de esa forma. Pareces idiota.

Lucas me volvió a regañar. ¡Pero no me enfadé! Quiero decir, ¿cómo podría cuando había tantas cosas interesantes y fascinantes a mi alrededor!

—Deja de decirme “oye” todo el tiempo —Tosí y proseguí: —Aquí mi nombre es Athi, ¿de acuerdo?

—Ese es tu nombre acortado. —Sonrió como si fuera estúpido—. Qué simple eres por elegir tu nombre tú misma.

No obstante, ni siquiera Lucas pudo lograr hacerme sentir mal.

A donde me llevó fue a la calle mejor desarrollada de Obelia, que era el centro del Imperio y que personas de todas las provincias y reinos visitaban. Debido a eso, había muchas cosas que ver y…

—Oiga, bella dama, pruebe esto.

¡También había muchos puestos de comida!

—¿Qué es esto?

—El pollo que crie pero cocido que se cubre con salsa y se pone en este palo.

—¡Son brochetas de pollo! —Jadeé sorprendida.

—¡Correcto!

Le arrebaté la brocheta al hombre que me estaba dando una y le di un mordisco.

¡E-Esto es…! 

—Sabe bien, ¿verdad?

¡El sabor de los condimentos! Ahhhh. 

Me emocioné y asentí con fuerza.

Parecía ser malo para la salud, pero este es un sabor adictivo y familiar! ¡Había olvidado este sabor debido a que sólo comía lo que el palacio me permitía!

—Son dos monedas de cobre.

Ah. El hombre que me miraba comer pidió dinero.

A-Ahora que me doy cuenta, solo pide probar esto a un transeúnte. Luego los ve comer y les pide dinero cuando terminan. Siento que me han engañado. ¡¿Entonces por qué puso una expresión tan paternal?! 

Me deprimí.

W-Wow. Estoy muerta en este instante. No hay nada gratis en este mundo. Por supuesto, debes pagar cuando comes. Nunca habría caído por esto si fuera el pasado, pero parece que mis instintos y habilidades de entendimiento han disminuido al vivir en el palacio durante tanto tiempo. 

Y para concluir, no tenía dinero. ¿Cómo me atreví a comer la brocheta de un puesto de comida cuando no tenía dinero? Nunca lo hubiera hecho si estuviera en mi vida anterior.

Sin más remedio, decidí usar mi cajero automático móvil.

—Lucas.

Me giré para mirar a Lucas y él hizo una mueca que parecía preguntarme por qué lo llamaba.

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NOTA: COMPARTAN LA NOVELA MIS AMIG@S, PARA QUE TODOS PODAMOS LEER.

TOPCUR

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