Princesa Encantadora (Novela) Capitulo 72

C72

—Dame dinero. —Le dije con confianza.

—¿Te debo dinero? —Me respondió con un tono como si hubiera oído algo extraño.

—No tengo dinero.

—¿Y?

—¡Debes asumir la responsabilidad porque me trajiste hasta aquí!

¡Sí, sí! Al sentir que tenía razón, por lo que asentí con la cabeza. Luego el hombre que vendía las brochetas siguió mi ejemplo y comenzó a convencerlo.

—¡Definitivamente! ¡Quien trajo a alguien hasta aquí debe asumir la responsabilidad! No más ni menos de dos monedas de cobre.

No estaba segura, pero creo que comenzó a persuadir a Lucas después de darse cuenta de que no tenía dinero. Este hombre, él y yo podríamos ser buenos socios de alguna manera.

Al final, Lucas le pagó las brochetas con una expresión que parecía decir: “Esto es ridículo” y “Esto no tiene sentido”.

Tsk. Aunque uno no es suficiente. 

—Quiero comer otro.

Pinché a Lucas en la cintura desde un lado.

—¿Quieres más?

Susurré eso, pero el hombre pareció haberlo escuchado, porque me entregó otro.

—Dos monedas de cobre.

Una vez más, por supuesto pidió dinero.

—Ustedes dos congenian muy bien.

A juzgar por su expresión facial, Lucas probablemente pensó que la situación era ridícula, pero le dio al hombre el dinero sin ninguna queja.

—Aquí, este invito yo. Te doy este porque tu novia es muy encantadora.

—No me lo comeré. ¿Y quién es mi no…?

—Jeje. ¡Muchas gracias, señor!

Le quité la brocheta al hombre después de darle un codazo a Lucas. Luego arrastré al mago lejos del puesto de brochetas de pollo.

—¿Por qué lo rechazas cuando te está dando uno gratis?

—¿Qué hay de ti? Pareces estar acostumbrada a este tipo de cosas. Sería creíble que dijeras que has muerto aquí.

¡E-Este bastardo es inteligente para nada…! 

Ignoré su mirada fulminante cuando pasé de largo junto a él.

—Si no te lo vas a comer, me lo comeré. —Tosí.

Pero justo en ese momento, recordé algo que había olvidado debido a las brochetas.

¡Ah, cierto! 

—¡Lily probablemente se ha dado cuenta de que me he ido!

Me di la vuelta conmocionada y Lucas me miró con una cara diciendo: “¿Qué tanto te tomó recordarlo?” 

—Probablemente no lo ha hecho. Hice un muñeco con tu misma imagen.

—¿Un muñeco? ¿El de papel de la última vez?

¿Cuándo hizo eso? ¡Pequeño bastardo! 

—Ese es el peor que podría hacer. Deberías estar agradecida porque hice uno que habla y se mueve.

No, dejando eso de lado, ¡este tipo podía hacer un muñeco realista! Entonces ¡¿por qué me hizo un muñeco de papel tan malo cuando estaba practicando mi baile?!

—Termínate eso rápido. Hay demasiada gente aquí.

Una persona chocó contra mí, levemente, pero Lucas me agarró y tiró de uno de mis brazos hacia él. Luego me robó la brocheta.

—Pensé que no la querías.

—Solo pensé que te convertirías en un cerdo si te comieras todo esto.

Fue molesto verlo comerse la brocheta, pero como hoy estaba de buen humor, decidí dejarlo pasar.

Sentía que me iba a perder en esta multitud de gente, así que agarré la manga de Lucas con la mano libre.

—Guau, mira eso. Parece ser una tienda nueva.

Pero en ese momento, el canto de los pájaros me llamó la atención. Me giré y vi las jaulas de pájaros que colgaban del techo en la dirección en la que miraba.

—Vamos.

Tiré de la mano de Lucas mientras masticaba la brocheta. Pero no se movió ni un centímetro.

—¿Qué pasa?

Lo miré con curiosidad; tenía una expresión extraña mientras veía mi mano sosteniendo la suya.

¿Qué? ¿Se sentía disgustado porque le había cogido la mano? Quiero decir, no es que me despreciara, pero ¡qué tenía de malo que tomara su mano!

—Todavía no hay nada para ver ahí, porque aún están organizando las cosas. Si vas a ir, entonces ve más tarde.

Si no le gusta, solo lo agarraré de su ropa. Pensé cuando tiró de mi mano.

—¿De verdad? Entonces cómprame eso.

Tiré el palo sin pollo a la basura y señalé el puesto de algodón de azúcar. Ahh. Parezco una niña tratando de convencer a su madre para que le compre algo. Pero ¿conoces la regla de “salado” y “dulce”? ¡Debo comer cosas dulces ya que comí algo salado y picante! 

—Sí, come. Come lo que quieras.

Sentía que estaba filmando un vídeo de comida para YouTube. ¿No es este el mejor día de mi vida? 

—Ahh, delishioso~ —murmuré satisfecha.

—Sé sincera: ¿tienes un hechizo mágico para fortalecer tu estómago? —Me preguntó Lucas, cansado de todo esto. ¿Por qué era así cuando también ha comido esto y aquello conmigo?

—Dicen que el postre helado es bueno aquí.

Recordé lo que musitó un transeúnte que pasaba por la tienda frente a nosotros. Una vez dentro, abrí el menú con mi corazón palpitando con fuerza.

—Me parece que esta ciudad es tu casa, de verdad.

Ignoré sus palabras mientras miraba el menú.

—Todos se miran muy apetecibles, ¿cuál debería pedir?

Los dos estábamos en un café al aire libre que se rumoreaba que era un lugar bastante famoso. Por eso el sitio era grande, y pudimos conseguir la última mesa libre. Pero parecía ser un espacio para tomar té de calidad, así que me preocupaba que fuera caro.

Y estaba en lo correcto. Esta vez, la comida no se podía pagar con monedas de cobre sino de plata.

—La comida aquí es un poco cara —Le susurré a Lucas.

—¿Cuánto cuesta algo caro? Pide todo lo que quieras comer.

En ese momento creí ver destellos de una luz sagrada detrás de él.

E-Este chico… ¡Era verdad cuando dijo que tenía mucho dinero la última vez! ¡En ese momento solo me reí de él, pensando que estaba mintiendo!

—Ya sea cobre o plata, puedo hacerlas en un segundo.

Por un momento pensé que estaba bromeando…

Espera, ¿qué? ¿Qué acabas de decir? ¿Hacer? ¿El qué? 

Fue entonces cuando cayeron monedas de plata sobre la mesa, después de que golpeteara la superficie dos veces.

—Pero a juzgar por todo lo que comes, también necesitaremos de oro, ¿verdad?

Esta vez, apareció de la nada una moneda de oro. Me quedé boquiabierta ante esto.

¡E-Esto era hacer monedas!

—¿Acaso pagaste toda esa comida usando este método?

—¿Pensaste que realmente llevaba todas esas monedas conmigo?

Este bastardo era genial… ¡N-No, no es eso lo que quiero decir! Este tipo era obstinado.

¡Mamá! ¡Acabo de presenciar cómo hacer dinero ilegal! 

—¡E-Esto es ilegal!

—¿En serio? Entonces también eres cómplice.

¡Ack! Verdad. 

Según la ley de Obelia, se le corta una mano a quien cree dinero ilegal y dicha persona debe entregar todo su dinero al imperio. Sumado a eso, debe trabajar durante treinta años.

Me quedé mirando de uno al otro entre el dinero en la mesa y a Lucas continuamente. Cuando sus ojos se encontraron con los míos, tomé una decisión secreta.

E-Está bien. Esto será un secreto incluso cuando muera.

—¿Estás cosas desaparecen cuando pasa el tiempo? —pregunté, recordando a un famoso mago en una película.

—Eso solo pasa cuando las hace un aficionado.

Eso significaba que esto era real porque él pensaba por completo, y en realidad lo era, que era diferente a los demás.

Este bastardo… ¡dijo que era rico porque podía crearlas! 

Lucas en realidad es una máquina de hacer dinero. ¡No tengo ninguna razón para rechazarlo! 

—Comamos esto y aquello. Ah, esto también. ¡Dicen que este está tan bueno que te arrepentirás si no lo pruebas!

Decidí usar la “oportunidad de Lucas” como quisiera mientras estaba en ello. Que actuara así le resultaba divertido a él, pero en ningún momento me impidió pedir comida.

El café era un poco más silencioso que afuera, pero para mí era agradable escuchar a la gente charlar. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que estuve rodeada de tanta gente?

Esta vista era algo que había extrañado todo este tiempo en que he estado limitada a los terrenos del palacio y tratando de sobrevivir a Claude.

Waah. Esto es triste. 

—Zenit, hemos estado fuera por mucho tiempo. Deberíamos regresar ahora.

Justo en ese momento, no sabía si escuché mal, pero creí oír una voz familiar.

¿Eh? ¿Por qué creo que acabo de escuchar la voz de Isekiel? 

Giré la cabeza inconscientemente. Me estremecí y abrí mucho los ojos de la sorpresa al ver las dos siluetas.

—Pero Isekiel, aun no terminamos de mirar.

Jadeé.

¡Eran Isekiel y Zenit!

Corrí hacia la ventana a toda prisa. N-No me vio, ¿verdad? 

—Es el hijo del Perro Blanco.

Lucas al parecer también los vio.

Isekiel y Zenit estaban sentados frente a nosotros en diagonal.

Dios mío. ¿Cómo no me di cuenta cuando estaban tan cerca de nosotros?

Al verlos colocar sus tazas sobre la mesa, supuse que vinieron antes que nosotros.

—Es molesto. ¿Debería deshacerme de ellos? —Lucas sonrió de forma espeluznante mientras balbuceaba aquello.

Ahh, me asusta cuando parece que la palabra “siempre” está unida a lo que dices. 

—Parece que se van a ir pronto. No nos movamos de aquí.

Escondí la mitad de mi rostro con mi cabello y le susurré:

—De todos modos, guau. Qué coincidencia.

—¿Hay algo más por mirar?

—Piénsalo. No compramos lo más importante.

Los entreví por un segundo, después de ponerme el cabello en ambos lados y esconder mi cara, llevándome el pelo hasta debajo de mi nariz.

Isekiel y Zenit eran el rey y la reina de la belleza de esta zona. No sé si se debía a que estaban juntos, pero parecía como si tuvieran efectos especiales que los hacía ver más guapos y hermosos que de costumbre.

Ah. Ahora que lo pienso, la gente en el café tampoco puede apartar la mirada de ellos.

—Esto es raro. Te lo repetí varias veces antes de venir aquí y, sin embargo, lo olvidaste. —Se quejó Zenit e hizo que Isekiel pusiera una expresión de incomodidad en su rostro. Por lo que escuché, parecían haber salido a comprar algo, pero se les olvidó.

Por cierto, apenas los podía escuchar. ¡N-No era como si los estuviera acosando o escuchando a hurtadillas su conversación!

—¿Qué están diciendo? Parece interesante. ¿Deberíamos acosarlos un poco más? —balbuceó Lucas y chasqueó los dedos.

—Estuviste así todo el día de hoy. Como si tu mente estuviera ocupada con algo más.

¡Ah! ¡Puedo oírlos con claridad! Lucas eres un criminal increíble.

-

NOTA: COMPARTAN LA NOVELA MIS AMIG@S, PARA QUE TODOS PODAMOS LEER.

TOPCUR

Novelas de Todo Tipo

*

Post a Comment (0)
Previous Post Next Post

Ads 3

Ads 4

close
close